Sobre mí...

Tengo 31 años y desde hace poco más de un año mi vida ha cambiado de una forma radical. Nunca creí que algo así podía pasarme... pero el caso es que por desgracia nadie, y digo nadie, queda libre de un golpe de la vida.  

El caso es que actualmente estoy pasando por una recaída de cáncer de mama en los pulmones. Y desde que me dieron esta noticia y con el apoyo de mi chico he decidido contar mi historia...

Todo empezó mientras estaba disfrutando de mi primer embarazo.
Un día note que tenía un pequeño bulto en un pecho así que decidí consultar con mi médico y mi matrona. Lo primero que dijeron fue que era una mastitis, algo que suele pasar incluso antes de dar a luz, y la solución fue tratarme con antibióticos y antiinflamatorios. Pero aquello no mejoraba, es más estaba empeorando.
Cuando fui al ginecólogo y tras realizar una punción (que no una biopsia) volvieron a ponerme tratamiento con antibióticos y "Voltaren" (seguro que a algunos solo nombrar este medicamento ya os habrá sorprendido, pero ya hablaremos sobre ello en alguna entrada). Y lo comento porque fue entonces cuando ingrese en el hospital por falta de líquido amniótico.
Realmente temimos por la vida de nuestro hijo pero afortunadamente fue más fuerte que nadie y luchó por su vida (lo cual aunque os parezca raro me ha enseñado mucho).
Tras una temporada en el hospital, tras realizarme mil ecografías de mama y, por fin, una biopsia decidieron darme el alta.

Pero a pesar de pensar siempre que no sería nada llegó el día de la noticia: tenía cáncer de mama!!!
Y el riesgo añadido de estar en mi tercer trimestre de embarazo por lo que la única solución era adelantar el parto para empezar cuanto antes el tratamiento.

Al recibir esta noticia el mundo se te cae encima (por lo menos a mí) y solo podía pensar en mi hijo, en que le podía pasar algo aunque me aseguraron que su vida no corría peligro era inevitable pensar en él una y otra vez... Se supone que sólo tenía que preocuparme por mí... así que una vez pasados esos primeros momentos de shock tanto para mí como para la familia, te armas de valor y decides seguir adelante, no solo por ti, también por la criaturita que crece dentro de ti y que nota tu estado de animo en todo momento.
Creo que en el fondo esto me ayudó mucho a ser valiente, fuerte y así conseguir llevar esta enfermedad de la mejor manera posible.

Tras saber que tenía cáncer en cuestión de una semana se preparó todo para dar la bienvenida a nuestro pequeño y aquí si puedo decir que fue todo genial, tanto el parto como el niño. Y tengo que añadir, evidentemente llena de orgullo, que tengo un niño precioso y sanísimo.

Después de unos días de descanso llego el momento de enfrentarse a lo más temido y comenzar con ese largo periodo de tratamientos y operaciones, todo rodeado de complicaciones pero intentando no perder nunca la sonrisa.

Y es que si algo he aprendido es que ya que tienes que pasar por algo así ¿que sentido tiene amargarse?

Tampoco quiero aburriros con mil detalles y anécdotas que estoy segura que irán surgiendo solos en este proyecto que hoy comienzo.

Me queda deciros que poco antes de terminar con la radioterapia fue cuando una vez más recibí otro pequeño palo y me comunicaron que había unos nódulos en mis pulmones.

Eso es, tengo metástasis en los pulmones y acabo de empezar de nuevo con la quimioterapia...

Una vez más nos armamos de fuerza dispuestos a luchar por lo más importante y precioso que tenemos, que es nuestra VIDA, y sin querer ponerme trascendental os lo digo porque me he dado cuenta de lo poco que valoramos a veces algo tan importante.

En el párrafo anterior he dicho: "nos armamos de fuerza" porque una enfermedad así no sólo afecta a la persona en cuestión, también a la gente que te rodea y yo puedo decir que sin toda ese gente que me ha estado apoyando día tras día no hubiese conseguido llegar hasta aquí con mi sonrisa y la fuerza que empieza a caracterizarme.

Y en especial tengo que dar las gracias al amor de mi vida porque sin él se que no hubiese podido con todo esto y es que con solo su presencia y la de nuestro hijo siento como mi corazón se llena de vida.
Y eso es lo que más necesito.

Ahora si que me despido deseando de corazón que disfrutéis de esta experiencia como yo lo estoy haciendo.

Nunca perdáis vuestra sonrisa.

 

Con cariño:

Historia de una mama con cáncer.